Ahorro del 7 % al 10 % en energía: la oportunidad que puede impulsar a la industria peruana

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Según la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el 100 % de las plantas industriales evaluadas en el país presentan oportunidades de ahorro energético, con un potencial promedio de 10 % en combustibles y 7 % en electricidad. Estos porcentajes reflejan una brecha significativa de mejora para las industrias manufactureras, que hoy enfrentan mayores exigencias de sostenibilidad y presión por mantener márgenes operativos competitivos.

Frente a este escenario, Schneider Electric, compañía global líder en automatización y gestión eficiente de la energía, resalta que capturar estos ahorros no solo permite reducir costos directos, sino disminuir emisiones y fortalecer la continuidad operativa de las plantas.

“Hoy la competitividad depende de cuánto valor podemos recuperar de cada kilovatio consumido. Las empresas que digitalizan su energía identifican fugas, anticipan fallas y toman decisiones basadas en datos, lo que se traduce en operaciones más eficientes, continuas y sostenibles”, sostiene Roberto Lepín, director de Servicios para el Clúster Sur Andino de Schneider Electric

Para avanzar hacia este nivel de eficiencia, Schneider Electric plantea tres pilares fundamentales que pueden transformar el rendimiento energético de las plantas industriales peruanas.

El primer pilar es la digitalización del consumo energético, que permite contar con información precisa, trazable y en tiempo real sobre cómo, dónde y cuándo se utiliza la energía en cada etapa del proceso productivo. Esta visibilidad integral facilita la detección inmediata de ineficiencias, equipos sobre demandados o variaciones inusuales, habilitando decisiones más rápidas y certeras.

El segundo pilar es la automatización y el control inteligente. La integración de sistemas automatizados y plataformas de supervisión permite optimizar el funcionamiento de equipos críticos, equilibrar cargas, reducir pérdidas energéticas y asegurar que la planta opere siempre bajo parámetros óptimos. Esto no solo eleva la eficiencia, también mejora la continuidad operativa al disminuir errores humanos y variaciones no previstas.

El tercer pilar es el mantenimiento predictivo, una estrategia basada en datos que reemplaza el modelo tradicional de reparación reactiva. Mediante la supervisión constante del rendimiento de los activos, las plantas pueden anticipar fallas, programar intervenciones en el momento adecuado y evitar paradas no planificadas, uno de los costos ocultos más altos para la industria manufacturera.

“Las empresas peruanas tienen una oportunidad concreta: ahorrar energía, reducir emisiones y mejorar sus márgenes. La eficiencia energética no es solo una práctica sostenible; es una decisión estratégica para producir más y mejor”, finaliza Lepín

Además de los beneficios económicos y operativos, la eficiencia energética se ha convertido en un elemento clave para cumplir con los compromisos ambientales que exige el mercado. Las empresas que avanzan en esta ruta no solo reducen su huella de carbono, sino que fortalecen su reputación, acceden a mejores oportunidades de negocio y se preparan para futuras regulaciones que demandarán procesos más limpios y responsables.

Schneider Electric reafirma así su compromiso de acompañar a las industrias del país en la transición hacia procesos más competitivos, seguros y sostenibles, impulsados por el uso inteligente de la energía y la adopción de tecnologías avanzadas.

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