América Latina recibirá inversiones mineras por US$239,000 millones hasta 2033, lideradas por Chile, Brasil, Argentina y Perú
América Latina recibirá inversiones mineras por US$ 239.000 millones hasta 2033, según un estudio de la consultora PwC, con Chile, Brasil, Argentina y Perú como principales beneficiarios. La mayoría de estos fondos se destinará a mantener la producción existente y cumplir con los crecientes requisitos ambientales, sociales y de gobernanza, más que a la apertura de proyectos completamente nuevos.
La cifra es “importante y estratégica en términos absolutos y competitiva frente a otras regiones ricas en recursos”. La región mantiene liderazgo en minerales de transición como el cobre y el litio, así como en minerales básicos como el hierro, lo que asegura su atractivo frente a inversionistas internacionales. El análisis incluyó proyectos de compañías como BHP, China Shenhua Energy, Rio Tinto, Freeport‑McMoRan, Zijin Mining y Glencore.
Gran parte del capital proyectado responde a la necesidad de sostener niveles de producción ante la caída de la ley del mineral y las exigencias regulatorias y ESG. La inversión es clave para atender permisos ambientales, necesidades de agua, energía y logística, y para diversificar el abastecimiento frente a riesgos de concentración global.
Chile recibirá alrededor de US$ 83.200 millones, con solo el 20 % destinado a proyectos greenfield. El 80 % restante corresponde a brownfield, es decir, expansiones o modernizaciones de activos existentes. Este predominio refleja la madurez de los activos y una estrategia racional, ya que los proyectos brownfield implican menor riesgo financiero y procesos de permisos más rápidos. La exploración sigue activa, pero compite por capital frente a centros emergentes como Argentina y enfrenta ciclos de desarrollo más largos. Los proyectos de expansión incluyen componentes tecnológicos significativos, como automatización de plantas, optimización del consumo de energía y agua, y modernización de procesos.
Brasil se proyecta como receptor de US$ 68.500 millones, mientras que Perú captaría alrededor de US$ 54.600 millones, de los cuales el 60 % se orienta a nuevos desarrollos. En Argentina, la inversión prevista es de US$ 33.000 millones, con un 70 % de greenfield, destacando proyectos de cobre, oro y plata en distritos como Vicuña, incluyendo iniciativas como Filo del Sol y Josemaría.
El estudio subraya que los perfiles de riesgo varían según el país. En entornos maduros como Chile y Perú predominan las expansiones de activos existentes, con menor exposición regulatoria y plazos de permisos más cortos. En países emergentes como Argentina, los proyectos greenfield requieren más infraestructura, permisos y relacionamiento con comunidades.
Los proyectos de expansión incorporan tecnología avanzada, optimización energética y mejoras operativas, apuntando a eficiencia en consumo de agua y energía, además de mayor productividad en procesamiento de minerales.
Fuente: Juan Manuel Lira
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