IPE: la minería crea 2.1 millones de empleos y podría reducir la pobreza en casi 22%

Según un reciente estudio del Instituto Peruano de Economía (IPE), la minería sigue siendo un motor clave para el desarrollo del Perú, no solo en términos de exportaciones, sino también como un pilar fundamental para la creación de empleo y la reducción de la pobreza. En 2024, el sector minero generó alrededor de 2.1 millones de empleos, representando el 8.2% del empleo total en el país, gracias a los encadenamientos que se producen con diversas actividades económicas.
El informe resalta que por cada puesto de trabajo directo en la minería, se crean otros ocho empleos en el resto de la economía, lo que subraya la importancia de este sector para el bienestar general. La minería no solo contribuye al empleo, sino también a la reducción de la pobreza, con una proyección de reducción de pobreza de casi 22% si se concretan los proyectos mineros pendientes.
Impacto en las regiones
El estudio también destaca el impacto desigual de la minería en diferentes regiones del país. Un ejemplo positivo es la región de Apurímac, que, gracias a la construcción de Las Bambas, pasó de ser la región más pobre en 2012 a ocupar el puesto 16 en 2024, triplicando su PBI y reduciendo su pobreza a niveles más bajos que los de Lima Metropolitana. En contraste, Cajamarca no ha logrado aprovechar todo su potencial minero, y su producción de oro cayó un 64% desde 2012, convirtiéndose en la región más pobre del país en 2024.
Proyecciones económicas
Si se concreta la cartera de proyectos mineros, el sector podría duplicar el PBI alcanzado en 2023, aumentar la recaudación fiscal en un 77% y elevar el empleo en un 17%. Estas proyecciones permitirían una reducción significativa de la pobreza, lo que a su vez ayudaría a cerrar la brecha de infraestructura de corto plazo, estimada en S/117 mil millones.
Desafíos pendientes
A pesar de su potencial, el IPE advierte que la minería enfrenta varios obstáculos para alcanzar su máximo potencial. El estudio menciona tres principales cuellos de botella que deben ser superados: la tramitología excesiva, los conflictos sociales y la relación con las comunidades, y la expansión de la minería ilegal, que debilita la institucionalidad y compite con la minería formal.
El IPE concluye que, para que la minería siga siendo un pilar clave en el desarrollo económico y social del Perú, es esencial abordar estos desafíos de manera efectiva, lo que permitiría al sector consolidarse como una fuente estable de empleo y crecimiento.
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